El pastor alemán vs el condón
Por Antonio Medina / Agencia NotieSe
El fundamentalismo de los jerarcas religiosos no tiene límite, y menos cuando se trata de imponer restricciones a la libertad sexual, tema incómodo que ha redituado un poder casi omnipotente a los sacerdotes católicos, quienes con despotismo han administrado culpas y pecados en sus confesionarios y púlpitos mediáticos, al grado de creer que tienen el derecho de manipular sus preceptos inamovibles a través de la influencia en las políticas públicas.
En ese sentido va la declaración del Papa Benedicto XVI al mandar un mensaje —refriteado de Juan Pablo II— durante su primer viaje al continente africano en donde dijo que "… la distribución de condones no es la solución en la lucha contra el sida… por el contrario, acrecienta el problema".
Las reacciones no han esperado en el mundo. Líderes de opinión, luchadores sociales, personas que viven con VIH o sida, gobiernos progresistas —y aún conservadores— se han manifestado en contra de la declaración papal por considerar que es una intromisión del sumo pontífice en asuntos relacionados con los esfuerzos de los gobiernos por emprender políticas sanitarias asertivas.
A pesar de que la postura papal es conocida desde hace muchos años y que se sabe no cambiará por ningún motivo, la declaración del pastor alemán, Ratzinger, ha reactivado una discusión acalorada sobre aspectos que en el ámbito de las luchas sociales se consideran un gran logro.
Detrás de la consigna existe una postura restrictiva al ejercicio de la sexualidad, por eso quienes se han manifestado reivindican la educación sexual alejada de las culpas, la anticoncepción de emergencia informada, el derecho al aborto seguro, las diversas orientaciones sexuales sin remordimientos, que llevados al plano de la ortodoxia religiosa, contravienen los derechos ganados en los últimos decenios por movimientos sociales no dispuestos a regresar a la era en que el oscurantismo servía a la Santa Inquisición para cometer pecados en nombre de Dios.
Por ello, la insistencia de Benedicto XVI es retardataria, absurda y confrontativa. Refleja la clara intención de quien se dice mensajero de Dios para desactivar en regiones del mundo subdesarrollado o en vías de desarrollo, la lucha por una educación sexual laica y científica, el acceso de toda la población a los condones y políticas públicas que asuman una educación racional y objetiva sobre las sexualidades humanas.
En una somera revisión en blogs juveniles, chats universitarios, opiniones en programas de radio y televisión alternativa o espacios en medios de comunicación, las y los jóvenes responden contundentemente al mensaje restrictivo del Papa. Sin renunciar a su fe y creencias, reivindican el derecho al uso del condón y pugnan por información objetiva sobre temas de sexualidad.
Sería lamentable que el gobierno mexicano no tomara una postura frente al mensaje del Papa cuando algunas de sus políticas en materia de salud sexual están encaminadas a los derechos, la libre determinación de las personas y el uso adecuado del condón. Otros países como Francia, España y Alemania ya lo han hecho, la gente se está manifestando. ¿Y el gobierno mexicano cuándo?
1 comentario:
El contrasto de la iglesia hacia el condón es un axioma intrínseco...
www.nicolasespositochedel.com
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