domingo, 26 de octubre de 2008

[cristinapresidente] CUANDO EL HUMOR NO ES CHISTE - INDÍGENAS NARCO-TERRORISTAS -

 

CUANDO EL HUMOR NO ES CHISTE - INDÍGENAS NARCO-TERRORISTAS

Marcha indígena

Unos 20 mil miembros de comunidades indígenas colombianas reiniciaron ayer una marcha hasta la ciudad de Cali en reclamo de la restitución de tierras y el respeto a sus derechos, y el domingo serían recibidos por el presidente Alvaro Uribe.

Los indígenas retomaron la marcha desde la localidad de Santander de Quilichao, donde ayer se les unieron numerosos grupos de manifestantes, para exigir los resultados de una investigación sobre la muerte de dos campesinos en la localidad de Villa Rica. Según los indígenas, los muertos y otros cinco heridos fueron víctimas de la represión de las fuerzas antimotines, mientras la policía alegó que murieron cuando manipulaban un artefacto explosivo artesanal.

 Sin embargo, el presidente Uribe admitió anteanoche en una entrevista televisiva que un policía hizo disparos contra los indígenas, tras la difusión por la emisora CNN de un video casero en el que se veía disparar a un uniformado. Junto al mandatario, el director de la policía, general Oscar Naranjo, dijo que un patrullero admitió su responsabilidad por los disparos, pero aseguró que ninguno de los indígenas muertos en los enfrentamientos presenta heridas de armas policiales, sino lesiones ocasionadas por artefactos explosivos artesanales. Uribe también anunció la decisión de reunirse el próximo domingo en Popayán, capital del Cauca, con los representantes de las comunidades, en lo que calificó como un diálogo público para analizar el tema de la entrega de tierras. Sin embargo, el jueves los indígenas rechazaron esa invitación.

 

Apoyos para los indígenas

Más de 35 mil indígenas colombianos llegaron ayer por la tarde, los Calí, para esperar al presidente Alvaro Uribe.

Después de comprobarse que la policía había reprimido con armas de fuego a los manifestantes mientras marchaban por la ruta, el mandatario aceptó sentarse a dialogar con los dirigentes indígenas.

 Los pueblos originarios demandan que el gobierno les entregue las tierras que fueron apropiadas por los paramilitares y las guerrillas, y reclaman seguridad. Desde que asumió Uribe, en 2002, fueron asesinados más de 1200 líderes indígenas.

Los manifestantes ya recibieron el apoyo de los presidentes Evo Morales y Fernando Lugo y de los Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y la guatemalteca Rigoberta Menchú.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

EL OBISPO SE ARRODILLA A REZARLE A MONSANTO Y LOS SOJEROS

“La biotecnología es la respuesta, pero, ¿cuál es la pregunta?” se preguntaba con ironía un catedrático de Filosofía Moral hace una década en relación a la problemática de los transgénicos, e insinuaba con agudeza el espíritu totalitario de los traficantes de granos:
“El problema no es la Biotecnología en sí misma, sino la biotecnología de las multinacionales, y una parte de ese problema es que la biotecnología de las multinacionales tiende a convertirse en TODA la biotecnología”(1)
Las citadas premoniciones filosóficas parecen haberse convertido en una realidad en Paraguay, donde los sueños de dominación imperial de la transnacional Monsanto parecen avanzar hacia la instauración de un estado policíaco en beneficio de los sojeros, a la manera del fascismo preventivo hacia el cual advirtió Herbert Marcuse iría a evolucionar la sociedad de consumo neoliberal.
Las autoridades del gobierno del obispo Fernando Lugo han cedido una vez más a la extorsión, y tras perturbar las normas sobre medio-ambiente han impuesto una estructura ilegítima a la medida de las grandes corporaciones, que han llenado alegremente el vacío dejado por otros totalitarismos como el bolchevismo o el fascismo.
Ahora el gobierno teocrático del clérigo-presidente amenaza con instaurar una dictadura policíaca en beneficio de los sojeros, a pocas semanas de suscribir, a instancias de la embajadora norteamericana Liliana Ayalde-quien fuera jefa de USAID en Colombia-, acuerdos en materia represiva con el gobierno de Álvaro Uribe. No es difícil entrever nuevamente al imperio gerenciando en beneficio de sus empresas, como en la década de 1970 inspiró y sufragó el terrorismo de estado del Plan Cóndor.
Ya lo dijo en aquel entonces un arrocero de Arkansas, “Henry Kissinger es nuestro mejor vendedor de arroz” (2)
LOS SOJALES SON DE LA POLICÍA
En las postrimerías del régimen neo-nazi y pro-norteamericano de Alfredo Stroessner, un ministro del dictador acuñó la célebre frase: “La Calle es de la Policía”. Hoy la frase acorde al momento, que tácitamente han proferido el obispo Fernando Lugo y su ministro del Interior Rafael Filizzola, sería “Los Sojales son de la policía”.
El obispo Fernando Lugo anuncia que con presencia policial comenzará siembra de soja, como una forma de amedrentar a los Sin Tierras en Paraguay. La semana entrante comienza departamento la siembra de soja, y los productores han pedido represión de campesinos al gobierno.
Tanto el presidente Fernando Lugo como el ministro del Interior, Rafael Filizzola. aseguraron que el Gobierno garantizará la faena de los traficantes de transgénicos, e incluso les facilitará personal policial.
Filizzola, quien hace poco firmó acuerdos en materia represiva con Álvaro Uribe, anticipó que desde la semana entrante se reforzará la dotación policial para dar seguridad a los terratenientes y traficantes de transgénicos de origen brasileño, los verdaderos amos del Paraguay.
El obispo advirtió amenazante a los campesinos que se hará respetar la ley, “no importa quiénes sean, porque la ley es la única que nos puede igualar y unir a todos, ya que existen tantos otros factores que dividen a nuestra sociedad”.
Podría acotarse a lo afirmado por el clérigo-presidente la sentencia del gaucho Martín Fierro: la ley es una tela de araña, que no la teme el bicho grande, pues no afecta a quien mande.
RUMORES PARA JUSTIFICAR REPRESIÓN
Por su parte un portavoz de la Coordinadora Departamental de Campesinos Sin Tierra, Jorge Arévalos, denunció que se están inventando rumores para justificar acciones vandálicas –en contra de ellos– de policías y guardias de seguridad, al servicio de los propietarios de la hacienda IVP SA.
Fue ayer en relación a la denuncia de un supuesto plan de toma de rehenes a sojeros y traficantes de transgénicos, que pensarían llevar a cabo los campesinos, según el rumor difundido para justificar una represión.
DETENCIONES Y AMENAZAS
Un dirigente de los sintechos que fue ayer al Palacio de Gobierno para entrevistarse con el presidente Fernando Lugo terminó siendo detenido e inmediatamente remitido a la cárcel de Tacumbú.
El dirigente social detenido es Celso León Ocampos, sobre quien se dijo pesaba una orden de captura desde 2003.
León Ocampos llegó a la sede gubernativa, integrando una delegación encabezada por el también dirigente social Blas Vera. Como es habitual, los guardias solicitaron a los visitantes sus respectivos documentos de identidad.
La comitiva pasó a la sala de audiencias, a la espera de la autorización a fin de acceder hacia el despacho presidencial. Sin embargo, cuando los efectivos de la Policía detectaron que en los antecedentes de León Ocampos figuraba una orden de captura, lo arrestaron, registrándose un alboroto.
El detenido intentó resistirse ante la airada protesta de sus compañeros, pero presurosos llegaron más uniformados y le retiraron para conducirlo hasta la camioneta de la Policía estacionada en la acera que da hacia la Calle Ayolas. La delegación de sintechos finalmente no fue recibida por el Jefe de Estado.
El incidente se produjo en el mismo día que el ministro de Agricultura pidió la detención de un líder de campesino sin Tierras, algo muy en boga hoy por hoy, la idílica república burguesa del obispo de los pobres.