sábado, 23 de junio de 2007

Atención del Moderador de Red K


La verdad curricular de la Michetti
¿qué hace una especialista de la OMC en la Legislatura porteña?
Por Jorge Devincenzi
(extracto de nota de http://www.causapopular.com.ar/article1695.html )

A primera vista, una atractiva mujer de edad media, ama de casa y
exitosa, se presenta ante el público confesando que ha descubierto su
auténtica vocación: la política. ¿Pero "hace política" para los
ciudadanos argentinos o para la Organización Mundial de Comercio?

Jefa del "Bloque Macrista Auténtico" Gabriela Michetti, que adquirió
cierto protagonismo como contendiente verbal de Aníbal Ibarra tras el
desastre de Cromañón, gusta presentarse como una
universitaria "formada en temas de comercio exterior" que antes de
acceder por primera vez a la legislatura, en 2002, jamás había
desempeñado cargos políticos ni sentía el deseo de hacerlo.

Su curriculum público, que aparece en la página web de la Legislatura
Porteña, lo desmiente.
Comenzó su carrera como asesora de la Comisión de Gestión
Internacional de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires (1989-
91). Luego ingresó a la Subsecretaría de Industria (1996-98), y a la
de Comercio Exterior del Ministerio de Economía (1998-99). En enero
2000 fue nombrada Director de Negociaciones Comerciales
Internacionales del Ministerio de Economía, hasta julio 2001. Y
trabajó para el BID y el Banco Mundial entre 2002 y 2003. ¿Su
actividad profesional bajo la conducción de Domingo Cavallo y su
sucesor Roque Fernández, fue política o simplemente técnica?

Sus antecedentes lo revelan: la legisladora se presenta como
especialista en normas de la OMC, Organización Mundial de Comercio,
de lo que podemos concluir que sí ha actuado en distintos cargos
políticos
¿Para qué querría una especialista en comercio exterior un cargo en
la legislatura porteña?

La pregunta contiene una enunciación incorrecta.

La Michetti no pretenderá fomentarla exportación de artesanías
urbanas y dulces caseros, ni la importación masiva de preservativos
para repartr en los festivales de rock, porque de eso no se ocupa la
OMC. Este organismo supranacional fue creado con el objetivo de
institucionalizar universalmente los acuerdos del GATT en la
dirección marcada por el Consenso de Washington: apertura,
desregulación y privatización.
Entiende en tres aspectos: liberalización total en el comercio de
mercancías, idem en el comercio de servicios y protección de derechos
de propiedad intelectual, a través de farragosos acuerdos
binacionales, subregionales e incluso continentales. En lo que a
América se refiere, eso se llama ALCA.

La estrategia de la OMC consiste en avanzar tozudamente hacia varios
objetivos: primero, lograr la constitución de zonas de preferencias
comerciales; segundo, áreas de libre comercio seguidas por una unión
aduanera global que preanuncie un Mercado Común con una libre
circulación de los factores productivos (capital y trabajo) con
hegemonía norteamericana, la unión monetaria con el dólar como moneda
común y por fin, la distopía tan temida de una Unión Política donde
se adoptarían políticas "medioambientales, sociales, laborales y
culturales comunes".

Todo esto parece muy alejado de una legislatura local, pero no es así.
La OMC establece acuerdos bilaterales o multilaterales que afectan el
funcionamiento interno de las naciones, como subsidios, regulación de
precios, reintegros, impuestos, leyes de defensa de la competencia,
códigos laborales, patentes de propiedad intelectual, etc. Pero sobre
todo -y aquí aparece por fin la diputada Michetti- ha acordado que
bienes sociales anteriormente sujetos a políticas públicas sean
considerados mercancías sujetas a las condiciones de mercado y a su
apropiación privada. Estamos hablando de la educación, la salud y la
seguridad.

Para la OMC, los países miembros aceptan que las empresas extranjeras
obtengan el mismo tratamiento que las locales, incluido el Estado. En
el caso argentino, una aceptación a libro cerrado del ALCA
significaría que el Estado, el mayor proveedor de educación, salud y
seguridad, debería aceptar la libre competencia con corporaciones
privadas en igualdad de condiciones en cada una de estas materias.
También implica que se deben aceptar standards internacionales de
calidad y criterios de evaluación externa mediante organismos
supranacionales, lo que ya se está haciendo en el ámbito
universitario.

En efecto, según la Ley de Educación Superior de 1995 (Menem), cada
universidad pública es monitoreada por un organismo, la CONEAU, a su
vez auditado por el Banco Mundial, limitando severamente la anterior
autonomía reformista, y encaja a la perfección con las directivas de
la OMC. Y como se autoriza la privatización de esas auditorías, esto
supone un colosal negocio global.

Afortunadamente para los ciudadanos de Buenos Aires, el gobierno
local no tiene ingerencia sobre la educación superior pero puede
alertarnos sobre dónde saltará la papa. Las ideas de la diputada
Michetti en materia educativa y de seguridad están muy a tono con su
equipamiento técnico en normas de la OMC.

En el terreno educativo Michetti es asesorada por Mariano Narodowsky,
actual directivo de la Universidad Torcuato Di Tella y antes de la de
Quilmes (de donde fue expulsado), creadas en 1989 y 1991 durante el
vendaval menemista. Narodowsky es partidario abierto de entregar la
educación a los particulares, con subsidio estatal. Las escuelas se
convertirían en empresas privadas cuyos contenidos curriculares
serían definidos por especialistas pedagógicos (consultoras privadas)
en las que el Estado no debe tener ingerencia alguna. Las propuestas
de Narodowsky son verdaderos mamarrachos que la gobernación de San
Luis -Rodríguez Saa- se apuró a comprar.

Como empresas privadas, las escuelas deben estar sujetas a los
caprichos del mercado, y el subsidio estatal se calcula y otorga no
en función de una necesidad social sino del éxito en la matrícula.
Habida cuenta de que se arranca con una monumental desigualdad de
oportunidades, las escuelas de los sectores más vulnerables
entregarían una educación de calidad inferior a aquellas donde
concurren chicos de clase media y alta.

Esto marca la profunda coherencia de las recetas de la OMC con la
ubicación de la legisladora Michetti en su banca.

Así y todo, la prédica del candidato Macri y sus seguidores tiene más
penetración en los sectores empobrecidos de la ciudad.

El ser humano tiene la cualidad de tropezar dos veces con la misma
piedra.

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