Siempre a contramano del pueblo.
Siempre funcionales a la derecha.
La izquierda porteña se declaró prescindente para el ballotage. Por primera vez superan su accionar fragmentado para señalar:
"Ni Macri ni Filmus"; a sabiendas que la prescindencia es votar a Macri y lo que esto implica.
En el hotel Bauen, participaron de un llamado común: Marcelo Ramal, por el Partido Obrero (PO); Vilma Ripoll, por MST; Nueva Izquierda, que el 3
de junio llevó como candidata a Patricia Walsh; Christian Castillo, por el PTS; José Castillo, por Izquierda Socialista; Héctor Heberling, por el MAS,
y Juan Carlos Beica, por Convergencia Socialista. Además, se sumó Gustavo Funes, por el Partido Comunista Revolucionario (PCR), el brazo político
del grupo piquetero de la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
Para comprender la calidad de análisis de la "vanguardia esclarecida" de la izquierda porteña, no hay que deambular mucho en las ecuaciones
trigonométricas de sus deducciones "iluminadas", que siempre concluyen en un vulgar gorilismo; aplaudido por toda la reacción de la derecha
argentina. Y como diría la gran compañera Mabel ... ni siquiera leyeron a MAO, en el análisis no trabajan las contradicciones, no diferencian las
principales de las secundarias... Es cierto, las anteojeras del dogma insultan la inteligencia colectiva de una masa pluriclasista; de alguna manera,
se convierten en un dirigenciamiento sectario de la exclusión.
Un pensamiento nacional, llámase socialismo nacional, justicialismo en otros casos, "progre", de la centro izquierda, etc. ...pero claro, simple,
práctico en las coyunturas, sistematizado en un modelo de gobierno en el marco de un proyecto nacional y comprensible ante las sensibilidades
del sentir colectivo de nuestro pueblo, es suficiente para gestar un proceso e ir avanzando en su proyección hacia la realización transformadora
conducente a la liberación; no solo nacional, sino abarcativa, en el gran ámbito de la Patria Grande que soñó Martí.
Volviendo al ballotage porteño, sabido es que no podemos ser neutrales, en este caso, si de enfrentar a la derecha se trata.
El periodista Pasquini Durán explica adecuadamente la figura negativa contextual del accionar de la izquierda "patológica" nacional,
de la siguiente manera:
"Incapacitados, por motivos de dogma ideológico, de reconocer las debilidades de la propia fuerza de presión, los jefes de esos movimientos pasan a
la neutralidad decepcionada o a la oposición frontal contra gobiernos que, por su origen o intención, están asediados en su propio interior por posiciones
contrapuestas. La antigua noción del "enemigo principal" decayó en la teoría política junto con el derrumbe del Muro de Berlín y su lugar ha sido ocupado
por la impotencia o el mal menor. Es verdad que en nombre de no favorecer al enemigo en la experiencia histórica quedaron registrados abusos de
diverso calibre, pero la posición inversa, "son todos iguales, excepto nosotros", en esa misma experiencia por lo general favoreció a la derecha.
Entre dos opciones del "sistema" único, la democracia capitalista, como sucede hoy en Buenos Aires, dado que ya no existe el "enemigo principal" en
cada etapa el neodogma alienta la renuncia al voto positivo para evitar la contaminación en el campo electoral pese a que la mayoría de los ciudadanos,
no sólo por la obligación legal de votar sino porque valoran la oportunidad de participar y decidir, acudirá a las urnas con alguna posición afirmativa.
¿Cuál hubiera sido el destino de Chile si cuando Pinochet convocó al plebiscito la oposición civil, puesto que era una consulta promovida por una
dictadura militar, elegía la abstención o el voto en blanco?"
Tras que no hay gorilas en nuestra Patria ... también joden los monitos.
Santiago Coco Plaza
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