miércoles, 16 de abril de 2008

[cristinapresidente] A los monopolios se los enfrenta permitiendo trabajar a los independientes


Cristina debe golpear a los monopolios donde más les duele
 
Permitiéndonos hacer radio o televisión a los independientes. Desde que alguien decidió el levantamiento de nuestro exitoso programa "Mientras Tanto" de Radio Nacional Folklórica (siempre última en audiencia) en diciembre de 2005
no volvimos a hacer radio. Nuestro caso es uno más de tantos. Aquí explicamos los motivos por los cuales solo pueden trabajar y ser viables quienes pertenezcan a monopolios mediáticos.

Por Dante López Foresi

Desde que el menemismo decidió que los principales medios televisivos pasen a manos privadas y permitió que pocas manos concentren las vías de comunicación más poderosas del país sin limitación alguna, los periodistas, conductores, productores y profesionales no encolumnados nos convertimos en el eje de la preocupación de todos los funcionarios de cualquier nivel. Las peleas del gobierno (este o cualquiera) con Clarín solo los une en un punto: seguir desplazando a las voces libres.

Sin excepción de gobiernos, colores partidarios o escalón del poder. Y digo que nos convertimos en "el eje del mal" pues las políticas de comunicación no solo no han variado, sino que se profundizaron para evitar que nazca o sobreviva cualquier opinión discordante o producto periodístico que no pertenezca a "los grupos o holdings". El paisaje de los medios de comunicación es tan claro que a veces nos parece una obviedad describirlo. Pero algunos ejemplos servirán como muestra orientativa.

EL ÚNICO OFICIO DONDE EL TRABAJADOR NO COBRA, SINO QUE ES OBLIGADO A PAGAR

Tanto en radio como en canales de televisión por cable, el poder (y reiteramos que desde el menemismo hasta hoy los criterios no han cambiado mientras esté en vigencia la misma Ley de Radiodifusión) impuso un sistema perverso para deshacerse de las voces libres: las llamadas co-producciones. Por definición, el sistema no sería tan nefasto si se llevara a cabo como corresponde, es decir, asumiendo el medio de comunicación y el programa asociado tanto los riesgos cuanto las ganancias. Pero no sucede así. Desde siempre, los éxitos pertenecen a "la empresa" y los fracasos debe pagarlos "el profesional". Con el agravante de que en las co-producciones las empresas radiales no asumen riesgo alguno. Cobran por adelantado el alquiler del espacio, sin importar en lo más mínimo la calidad del producto o el cuidado del aire.

Es por ello que en las llamadas "frecuencias alternativas" coexisten prestigiosos profesionales (los menos) que no encuentran su lugar en los grupos mediáticos más poderosos, con otros (los más) que solo son comerciantes sin escrúpulos ni miedo al ridículo que a cambio de una tarifa mensual cumplen su sueño de ser "la voz mas conocida del barrio". La co-producción sería el método casi perfecto si los programas se pusieran al aire y se compartieran las ganancias de la publicidad y las inversiones de producción de manera equitativa. Digamos que el método perfecto es que a un profesional se le pague por lo que sabe y por lo que hace.

Pero a esta altura de los acontecimientos eso es demasiado pedir. Sin embargo..¿cómo funciona el mecanismo siniestro mediante el cual el sistema se encarga de alejar cada vez más a los periodistas o conductores no encolumnados en grupos como Clarín o el del chico que nació en Floresta?. Muy sencillo: mediante la tarifa. Y pondremos ejemplos concretos.

Radio Splendid nos pidió para alquilarnos un espacio de una hora diaria de lunes a viernes la friolera de $6300 más IVA. Pero como son buena gente, nos dieron la alternativa de ocupar un espacio semanal de dos horas al módico precio "conversable" de $3500. Y Splendid es solo un ejemplo. Al menos es una AM reconocida y prestigiosa. Una FM de barrio como FM-Palermo nos dijo a través de su director que "le encantaría" tenernos en su primera mañana, pero a cambio de $5500 mensuales, en todos los casos pagados religiosamente por adelantado. Demás está decir que en el supuesto caso que un periodista acepte la indignidad de pagar para trabajar, luego de abonar esas tarifas insultantes, debe salir corriendo a intentar recuperar el dinero a través de la venta de anuncios publicitarios.

¿Usted pagaría $5000 mensuales para pautar publicidad en alguna de las emisoras mencionadas como ejemplos y en un programa que aún ni siquiera está al aire?. Yo tampoco y por eso es cada vez más lejana la posibilidad de que nos "escuchemos" nuevamente por radio. Esas son las "reglas de juego". Y es así como el periodista "independiente" o como mejor me gusta definirlo..."autosuficiente", queda afuera del sistema y ni siquiera se le permite mostrar su producto al aire ni vivir de su oficio.

El sistema es tan perverso que uno llega a pensar que quien nos pide 1200 o 2000 mensuales es al menos más "realista". Pero lo indigno y siniestro es que se obligue a profesionales a pagar para trabajar, sin considerar el mejor y hasta único capital que un periodista u hombre de radio poseen, es decir, su talento, su firma, su responsabilidad y su vocación.

A la prensa autosuficiente se la degradó hasta los extremos más insultantes. Por eso somos el eje de la preocupación del poder: están cada vez más atentos para cerrarnos los caminos y no dejarnos espacios donde desarrollarnos y crecer.

Errónea es la idea de que solo los productos con "rating" sobreviven. En los medios estatales sucede exactamente lo contrario. En nuestro caso, realizamos el programa más escuchado –según mediciones de Ibope- de todas las señales que conforman nuestra..NUESTRA..Radio Nacional. Y justamente esas planillas de Ibope fueron el detonante para que se nos levantara el programa. Un directivo que desde que asumió su cargo mantuvo a la emisora en el último puesto de audiencia sin excepciones, castigaba al único programa que había colocado a la radio entre las 6 más escuchadas en nuestro horario.

¿Extraño?. No...aberrante. El criterio de sus autoridades fue y será siempre el mismo, hasta que no se produzca un "cacerolazo mediático": vivir plácidamente de un suculento sueldo del Estado sin exponerse demasiado para no molestar "a los de arriba". Y un programa muy escuchado expone demasiado al medio estatal. ¿Resultado?. Afuera. Durante los dos años que estuvo al aire nuestro programa debimos soportar casi diariamente comentarios de pasillo de autoridades de la radio llamándonos la atención con las excusas de que "llamaron de Presidencia por lo que dijiste", o "no hables tanto y poné más música". Los supuestos llamados de Presidencia no creemos que hayan existido. El problema de los "responsables" de la radio estatal y sus frecuencias era que algo sobresaliese. Nada debía notarse.

Todo debía ser como es en los medios estatales: chato, poco ambicioso, nada competitivo y –por sobre todo- nada debe poner en peligro la continuidad de las autoridades de la emisora y la seguridad de un sueldo jugoso y la fantasía de tener poder y ejercerlo. Quien nos levantó el programa "por razones artísticas", por ejemplo, cobra dos sueldos del Estado, solo tiene séptimo grado, fue funcionario del menemismo, luego del duhaldismo y ahora goza de su planilla de Ibope donde la señal que dirige está anteúltima con 0.08 (nosotros estábamos séptimos en la grilla de todas las FM con 0,58 puntos al momento de que nos desplazara), haciendo todo lo contrario de lo que el espíritu de un periodista profesional o un hombre de radio deben hacer: callarse para subsistir y pisar cada brote de verdad para que no florezca. Salió algo poético, pero es cierto.

Menciono tan marcadamente el caso de Radio Nacional, por el dolor que nos provoca que un medio estatal, que debiera ser la mayor esperanza de los verdaderos profesionales desplazados por el mercantilismo y la obsecuencia privadas, se comporte como el más pequeño de los privados y traicione de este modo no ya a periodistas o comunicadores, sino al periodismo y a la comunicación como conceptos. Pero solo cumplen "órdenes superiores". Y la orden superior es que la comunicación no se disperse y quede concentrada en escasas manos íntimamente aliadas, y cada día con mayor poder.

Para no convertir este artículo en un mensaje denso y cansador, lo invitamos a iniciar este debate que nos debemos los argentinos sobre, nada más ni nada menos, que saber cómo y por quienes son paridas las noticias que establecen las prioridades de nuestra sociedad. No se trata únicamente de luchar por conseguir una fuente de trabajo como en nuestro caso.

Es que estamos convencidos de que aquel "que se vayan todos" también incluía a los responsables de la desinformación y la complicidad a través de sus silencios con los peores protagonistas de nuestra historia. Algunos son los mismo que hoy gozan del máximo poder en los medios de comunicación, bajo la protección del sistema que les garantiza que nada con vida y criterio propios crezca alrededor.

En algún momento ampliaremos este artículo, comentando por ejemplo el suicidio que significa para un gobierno entregar semejante cuota de poder a empresarios periodísticos monopólicos o el criterio mediante el cual se asignan licencias radiales o televisivas. Por ahora, seguiremos resistiendo desde el único medio que nos permite llegar a Usted: Internet y nuestra Agenci@ EL VIGÍA.

Agenci@ EL VIGÍA

 

 

__._,_.___
PUEDE ENVIARNOS UN MENSAJE DE TEXTO A 011-15-5411-8239
Actividad reciente
Visita tu grupo
Y! Respuestas

Pregunt?/a>

Gente real te

responde

Yahoo! Messenger

Mensajero perfecto

Llam?de PC a PC

sin costo alguno

Barra Yahoo!

Todo a un toque

Acceso rápido a

servicios Yahoo!

.

__,_._,___

No hay comentarios.: