jueves, 23 de agosto de 2007

CRISTINA EN ACTO DE PRESENTACIÓN DE LA FÓRMULA SCIOLI-BALLESTRINI

Palabras de

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KICHNER

ACTO DE PRESENTACIÓN DE LA FÓRMULA

SCIOLI-BALLESTRINI

CIUDAD DE MAR DEL PLATA


Finalmente, se salió con la de él, porque yo no quería hablar hoy porque confieso que para mí el día de hoy es de ellos y me parece que tenían que ser ellos 2 los absolutos y excluyentes protagonistas. Pero, bueno, se salió con la de él y acá estamos.

Quiero agradecer la presencia de todos ustedes hoy aquí esta tarde.

Cuando hoy Alberto hablaba de aquella madrugada de 1999, yo quiero contarles algo también.

Yo estaba con ese hombre, que ya se había dormido, eran como las 3 o 4 de la mañana, yo estaba sentada en la cama mirando televisión; habíamos perdido la elección nacional y no podía creer que también habíamos perdido en La Matanza, porque recién se supo a las 4 o 5 de la mañana, por lo menos allá en el Sur. Allá en el Sur, sentados, no pasaban anuncios y, bueno...

Y me acuerdo que de repente, en la Plaza de San Justo, empezaron a desalojar a los que iban a festejar y se sentían los bombos a lo lejos –no me voy a olvidar nunca- y, entonces, lo desperté y le digo: "¡Néstor, Néstor –le digo- se ganó también en La Matanza, se ganó en La Matanza!", pero siguió durmiendo. Debo confesarte, no me dio demasiada bolilla porque, claro, estaba dormido ya.

Quiero decirles una cosa argentinos y argentinas: de aquella madruga, en donde obviamente no podíamos perder en La Matanza -era incomprensible que pediéramos en La Matanza- a esta tarde de hoy, en la que por primera vez el peronismo va a ganar localmente aquí, en Mar del Plata, desde 1983, en la que la concertación, no el peronismo, la concertación.

¿Qué quiero decir con esto? Que estamos un paso más adelante, porque, entonces, vamos a ganar en La Matanza y la concertación, que es peronismo más otros argentinos, vamos también a ganar aquí, en Mar del Plata. Entonces, esta es la magia de la política: la construcción política, el poder sumar voluntades a un proyecto común.

Yo siempre digo que juntarse con los que piensan como uno es más fácil; poder hacerlo con aquellos que vienen de identidades e historias diferentes, es mucho más meritorio, porque significa que hemos crecido los argentinos en nuestra participación y calidad ciudadana; que somos capaces, sin renunciar a identidades, a pertenencias, a historias que no hay que por qué renunciar. Nadie renuncia a lo que ha sido toda la vida; al contrario, suma su pedazo al pedazo del otro.

Me parece que en esta suma de voluntades, de esfuerzos, de inteligencias, de capacidades, está la clave de la política y, también, tal vez, la mejor forma de hacer peronismo. Porque, en definitiva, allá por los años '70, cuando Perón regresó al país, dijo cosas que muchas veces no fueron entendidas por muchos de nosotros y que, tal vez, desgarraron a una Argentina y fueron la excusa perfecta para que algunos otros, que tenían otros planes horribles para nosotros, los argentinos, lo utilizaran como coartada para destruir a un país y a una generación.

Por eso, no hay que darles más oportunidades a los que son enemigos del país, tenemos que darles oportunidades a los que queremos al país, de distintas historias, de distintos partidos, pero que somos capaces de juntarnos y hacer algo diferente. (APLAUSOS)

Yo recién lo escuchaba a Daniel, con esa fuerza, ese optimismo, esa cosa positiva y él enunciaba las transformaciones que se habían operado en los últimos años en la Argentina en materia de trabajo, de producción, de modelo económico, etcétera, pero, tal vez, sin nosotros percibirlo, hay otras transformaciones.

Yo escuché a dos dirigentes políticos, candidatos de la provincia más importante en términos demográficos y de Producto Bruto Interno del país, en su lanzamiento de campaña y no hablaron mal de nadie, no intentaron referenciarse en la crítica del otro para proponerles algo a los ciudadanos y ciudadanas de la provincia de Buenos Aires.

Esto, de dirigentes que no se detengan a hablar de los demás, sino hablar de las cosas de uno mismo y que le estamos proponiendo al país, me parece el salto cualitativo ciudadano más importante de los últimos tiempos.

Miren, yo creo que la gente está harta de encender un aparato de televisión o una radio y escuchar que el único discurso posible desde algún lugar de la política, es la crítica y la diatriba del otro.

Me parece que este ejercicio de construir, de poder contar las cosas que uno ha hecho y las que quiere seguir haciendo para mejorar la calidad de vida de toda la sociedad, de todos los ciudadanos y ciudadanas, en serio, marplatenses y bonaerenses, uno de los actos cualitativos más importantes que podemos dar en la política y que podemos ofrecer, además, para volver a prestigiar a la militancia y a la vocación política como un instrumento, no de odio y división, sino de amor y construcción, que son las cosas que deben distinguir a los seres humanos.

Esta Provincia, como bien señalan Daniel y Alberto, es una provincia testigo. A mí me gusta decir una provincia testigo porque cuando a esta economía diversificada, agropecuaria, industrial, comercial, productora en términos individuales comparada con otras provincias del PBI más importante del país le va bien y arranca, es porque le ha ido bien y arrancó el país. Porque cada vez que el país se ha derrumbado, el lugar donde más se ha verificado con más rudeza, con más crudeza, con más pobreza, con más indigencia –tal vez la más feroz- es aquí, en la querida provincia de Buenos Aires.

Yo quiero decirles, finalmente, a los hombres y mujeres de la provincia de Buenos Aires que les voy a estar eternamente agradecida. Hace dos años me presenté como candidata a senadora de esta Provincia. Estaba en juego lo que nosotros considerábamos un proyecto político que había hecho en los derechos humanos, en un modelo económico productivo, en la inclusión social, en la educación, en la autoestima nacional, en un proyecto propio para insertarnos en un mundo globalizado, pero desde nuestra propia identidad y de nuestro propio proyecto, en un proyecto que la gente sentía que estaba ayudando poco a poco a salir del pozo. Y se puso en juego ese proyecto exactamente hace dos años y los hombres y mujeres de la provincia de Buenos Aires, lo apoyaron, Presidente, a usted y a su proyecto. (APLAUSOS)

Yo no me confundo, no fue un voto a esta humilde ciudadana, no, fue a usted y, en definitiva, fue también a todos y cada uno de los hombres y mujeres que, viviendo aquí, en la provincia de Buenos Aires, habíamos advertido que el país comenzaba a resurgir.

Por eso quiero decir, Daniel, que no solamente va a estar el afecto que siento por Alberto o por vos, sino el agradecimiento imborrable para mí, para todos y cada uno de los hombres y mujeres que habitan la provincia de Buenos Aires. (APLAUSOS)

Quiero, finalmente –ya sé que me está mirando Kirchner y me está diciendo "menos mal que no querías hablar, porque si hubieras querido hablar nos tenés acá hasta mañana"- decirles a todos, muchísimas gracias, Alberto, Daniel, sé que lo van a hacer bien porque les gusta trabajar, porque les gusta meterle para adelante, porque son gente que está comprometida, fundamentalmente, con el transformar todos los días un poquito desde el lugar que cada uno ha tenido responsabilidades: Alberto, como intendente de esa maravillosa Matanza, corazón del Conurbano –los amo- y también Daniel, desde la tarea que llevó a cabo en el Senado y también, fundamentalmente, con la actitud frente a la vida.

Porque hay actitudes también frente a la vida y cuando uno tiene actitudes frente a la vida, no las tienen únicamente vinculadas a lo público, a lo deportivo o a lo político. Yo no creo en la fragmentación de las personalidades, no creo que alguien pueda ser una mala persona, un mal marido y un buen funcionario, creo que los hombres y las mujeres como seres integrales, que cuando uno tiene valores y cosas las tiene para todas las cosas que hace, para la vida cotidiana, con sus hijos, con su familia y también para los ciudadanos. Nadie puede ser bueno para los ciudadanos si no es bueno, primero, con su propia familia. (APLAUSOS)

Siempre he tenido esta idea, nunca he creído en que se pueda separar lo público de lo privado y es en esta comprensión y es con esta convicción que estoy absolutamente segura de que van a seguir transformando la provincia de Buenos Aires y en su conjunto, también, transformando el país.

Argentinos, argentinas, muchas gracias, mucha fuerza; Daniel, Alberto, gracias y fuerza, adelante, a trabajar por Argentina, por la provincia de Buenos Aires, por Mar del Plata y por cada una de las localidades de esta querida tierra bonaerense.

Muchas gracias, gracias argentinos, gracias argentinas, gracias Daniel, gracias Alberto. (APLAUSOS)

No hay comentarios.: