miércoles, 8 de agosto de 2007

LA NACION: Una materia pendiente




Una materia pendiente
Por Adrián Ventura
La mala imagen que afecta a la Justicia no es resultado de un solo hombre: aunque la mayoría de los Jueces actúe correctamente, el Sistema Judicial en su conjunto no es confiable


El Juez GUILLERMO TISCORNIA, imputado de graves irregularidades, ante la inminencia de la suspensión, citó a indagatoria a la Ministra de Defensa, Nilda Garré. Quiere irse como una víctima. Pero sus eventuales yerros o abusos no explican por qué el Consejo de la Magistratura, que tiene a cargo investigarlo, tardó en avanzar contra el Juez.

Hace una semana, LA NACION anticipó una encuesta realizada por la Unión Iberoamericana de Asociaciones de Abogados (IUBA) que coincide con otros muchos estudios: La Justicia tiene muy mala imagen. Ayer, RICARDO LORENZETTI, Presidente de la Corte Suprema, señalaba su disenso con ese trabajo.

¿Quién tiene la razón? Ambos. No hay duda de que LORENZETTI está haciendo más que nadie, en muchos años, por mejorar la imagen de la Justicia. En un reciente viaje, acaba de recoger elogios de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la importancia que el máximo Tribunal le da a esta materia. Y también
logró imprimirle a la Corte un ritmo de trabajo muy notorio.

Ayer, la Corte también eliminó una espada de Damocles que pesaba sobre la Ciudad: a raíz de la decisión del ex Intendente Julio Saguier, que en 1983 revocó la concesión de Interama SA, los proveedores de esa empresa demandaron a la Ciudad por una suma que, actualizada, llegaría a 4000 millones de pesos. La Corte rechazó la demanda y eliminó una amenaza que se ceñía sobre el erario Porteño. El Procurador General Porteño, Agustín Zbar, también tuvo mucho que ver con ese resultado exitoso.

Asimismo, en septiembre, la Corte pondrá en la agenda un tema relevante: Llevará a la Conferencia Nacional de Jueces, que se realizará en Salta, un proyecto para reformar la ley de Administración Financiera, de modo que la Justicia no dependa, para cada erogación, de la Jefatura de Gabinete.

A pesar de todo, la Corte tiene por delante dar pruebas de que se animará a enfrentar al Gobierno con algunos temas irritantes.
El Consejo debe mirar la viga en el ojo propio y, también, animarse a remover a un grupo de Jueces que presta servicios para cualquier Gobierno de turno pero que, en conjunto, desmerece el sistema.

No son los políticos ni los Jueces las víctimas de un sistema, sino los ciudadanos.

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