martes, 28 de agosto de 2007

Documento Politico sobre las Elecciones Nacionales de 2007

Las presidenciales de octubre de 2007 son una oportunidad histórica
Patria y Pueblo apoya a Cristina Fernández de Kirchner
para Presidenta de los argentinos
El partido Patria y Pueblo, reunido en plenario nacional los días 18 y 19 de agosto de 2007, acordó dar todo su apoyo a la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner, y emitir el siguiente documento político:
NUEVA SÍNTESIS NACIONAL O NUEVO COLONIAJE
Amplios sectores del pueblo argentino, y en especial de las capas medias, están tomando una nueva perspectiva sobre el destino del país. Por primera vez en décadas se percibe como un horizonte posible la constitución de una alianza plebeya de signo nacional que ponga fin a la atomización de los sectores populares, permita fortalecer al Estado y reanimar a un país que debe asumir en toda su dimensión la lucha por la unidad de América Latina.
El fortalecimiento del Estado tendrá que contemplar prioritariamente las necesidades de los humildes. Se deberá reconstruir el sistema de defensa nacional, el sistema centralizado de instrucción pública (en especial en el nivel medio), el sistema de salud, y los instrumentos globales de intervención y direccionamiento de la actividad económica.
Sobre esta base se podrá avanzar hacia la recuperación de la unidad nacional, superando la polvareda que produce la liquidación de los viejos partidos. Se impone, en el mediano plazo, la consideración de una reforma constitucional que termine con el falso federalismo proimperialista, excluyente y disgregador de la Constitución de 1994, reivindique los mejores aspectos de la Constitución de 1949, y restaure la soberanía plena de la Nación sobre las riquezas de todo el pueblo. Esta unidad solo se consolidará, además, si el movimiento obrero se convierte en uno de sus principales protagonistas, ya que sus estructuras son casi las únicas de carácter popular que subsisten orgánicamente a nivel nacional
Es más necesario que nunca que, como pedía el general Perón el 1º de mayo de 1974, "podamos ahora dialogar y discrepar entre nosotros, pensar de diferente manera y estimar como válidas distintas soluciones, habiendo llegado a la conclusión de que por encima de los desencuentros nos pertenece por igual la suerte de la Patria, en la que está contenida la suerte de cada uno de nosotros, en su presente y en su porvenir... Las fuerzas del... orden nuevo, del orden revolucionario, del orden del cambio en profundidad... han de imponerse sobre las fuerzas del desorden, entre las que se incluyen, por cierto, las del viejo orden de la explotación de las naciones por el imperialismo y la explotación de los hombres por quienes son sus hermanos y debieran comportarse como tales ".
El sistema de partidos tradicionales, en coma terminal
El arco de representaciones políticas surgido en torno al 17 de octubre de 1945 está en crisis. Ninguno de los artilugios formales ensayados para soslayar, contrarrestar u ocultar la evidente liquidación de las viejas grandes identidades ha logrado su objetivo. El peronismo y el radicalismo llegan astillados a todas las elecciones y sus fragmentos suelen enfrentarse entre sí con más dureza que con sus antiguos adversarios.
Las filiaciones se reducen a herencia o costumbre: pierden contenido y representatividad. El ejercicio de la política se resuelve en acuerdos efímeros, más vinculados a ocupar cargos que a servir un proyecto de nación. Cada elección se transforma en una gran interna, y los pases de bando son la comidilla permanente de una prensa transnacionalizada, ariete del enemigo de la patria, que disfruta del espectáculo.
También los sectores políticos minoritarios padecen este mal. El socialismo, la democracia cristiana, el desarrollismo y el rancio arco conservador se disgregan como ceniza al viento. Sus dirigentes hace mucho que vienen girando en un juego de la silla y cada coyuntura electoral los encuentra en alianzas cada vez más insólitas, generalmente al servicio del reciclado de las fuerzas del Partido de la Dependencia Nacional.
Ni hablemos de los partidos de la autodenominada "izquierda", cuya tendencia a la disgregación y al vacío data de un siglo atrás y en las últimas décadas no hizo sino exacerbarse. Es significativo que la protesta social, finalmente, la hayan protagonizado movimientos sociales más o menos apolíticos cuya autenticidad de origen no les impidió quedar presos de un paralizante rechazo a "lo político" en cuanto tal.
Crisis política y reconfiguración social
Estamos ante el fin de una era. La experiencia contrarrevolucionaria que se inició en 1955 se exacerba a partir de 1976 y llega al paroxismo en la traición y el fraude menemista. Licuó y reconfiguró una y otra vez las condiciones de existencia de las masas, dentro de una espiral descendente interminable. El derrumbe de la vieja Argentina opulenta liquidó las identidades de las clases sociales que la componían, y los partidos políticos dejaron de cumplir su función. Además, y precisamente por eso, a su vez pierden todo rumbo reconocible. Se suele criticar al gobierno afirmando que carece de proyecto. ¿Lo tienen, acaso, aquellos que lo critican?
Hasta ahora, no hubo modo de rearticular un sistema político que representase en un solo bloque a la gran masa productiva de los argentinos, enfrentada al interés imperialista, rentístico, usurario, oligárquico y antinacional. El fracaso reconoce el lejano antecedente de Perón y Sabattini en 1945, se continúa con el de Perón y Balbín en 1973, y en 1984 con la ilusión alfonsinista del "Tercer Movimiento Histórico".
En todos esos casos, la presión del bloque antinacional sobre vastos estratos de la población argentina hacía imposible (o aún ridícula) la intención unificadora. Radicalismo y peronismo, hijos de una coyuntura que dividió en dos al pueblo, ¡Solo pudieron ponerse de acuerdo en el "Pacto de Olivos" para imponerle al país la destructiva Constitución de 1994!
No se saldrá de la crisis de representatividad sin una fuerza política que sintetice la voluntad, las aspiraciones y los intereses de las capas medias, los trabajadores y los excluidos. Lo que es mucho peor, no se podrá sacar a la Argentina del marasmo en que -pese a lo que se ha avanzado en los últimos años- sigue sumida desde la dictadura de Martínez de Hoz en 1976.
La propuesta de construir un nuevo sistema político
Es necesario construir un nuevo sistema político, y el partido Patria y Pueblo está dispuesto a sumar voluntades para lograrlo. Por primera vez se dan condiciones propicias para plasmar la gran alianza nacional que encarrile a la Argentina en la ruta perdida en 1976. En este contexto, han corrido fuertes versiones en el sentido de que la Senadora Cristina Fernández de Kirchner, de asumir la Presidencia de la Nación, continuará con el rumbo trazado por el Dr. Néstor Kirchner desde 2003, mientras que el actual mandatario dedicará sus esfuerzos, precisamente, a la construcción de ese nuevo espacio político que contenga y exprese a las masas de desheredados y oprimidos de nuestro país. De confirmarse las versiones, apoyamos ambas propuestas, que consideramos sumamente auspiciosas.
El radicalismo y el peronismo se descomponen en sus constituyentes originales. Se hace necesaria una nueva síntesis del gran frente nacional que, bajo distintas formas, expresó a los argentinos en 1916, en 1945 y en 1973, ya que el camino de los acuerdos cupulares entre partidos preexistentes solo podrá expresar, potenciada, la crisis que los corroe a todos.
Un nuevo sistema político significa reagrupar al conjunto de los sectores sociales interesados en la independencia nacional, en la reconquista de la soberanía económica, en el desarrollo de las fuerzas productivas, en la dignificación social y salarial de los trabajadores, en la democratización de los debates en el seno del pueblo, en la imposición de una auténtica igualdad ante la ley sin privilegios ni "obediencias debidas" de ningún tipo, y en la consolidación del proceso de integración latinoamericana.
También implica por lo tanto enterrar los procesos gemelos de alvearización y de menemización que llevaron al radicalismo y al peronismo, respectivamente, al abandono de sus banderas fundamentales. Habrá que evitar que aquellos sectores que en su momento los propiciaron por encima del interés común intenten dirigir la nueva síntesis, y en algunos casos deberán quedar taxativamente excluidos de la misma.
Este nuevo sistema político tendrá que fortalecer al Estado nacional para que pueda cumplir su inexcusable función en la defensa de la soberanía territorial y económica argentinas, de la educación, la salud pública, la investigación científica y la inversión en áreas estratégicas.
Sin este nuevo sistema político el proceso esbozado por el Dr. Kirchner no solo no podrá profundizarse; ni siquiera tendrá continuidad.
La dimensión americana
La Argentina ya se sabe latinoamericana hasta la médula. Es una pieza esencial en la reunificación de nuestra Patria Grande. Con las presidencias de Chávez, Evo Morales, Correa y Ortega se están dando condiciones excepcionales para profundizar y ampliar la unidad esbozada en el Mercosur y liquidar para siempre el aislamiento cubano.
La Argentina debe jugar su influencia y su amistad para incorporar a los países que hoy se muestran remisos al proceso de integración. Rechazando todas las presiones imperialistas, debe consolidar y profundizar su alianza estratégica con Brasil y con Venezuela, a la vez que reformula el papel de Uruguay y Paraguay, a favor de ambos países.
Por lo demás, siendo un país con territorios ocupados y soberanía antártica cuestionada, solo puede apropiarse de su integridad territorial ofreciendo a la soberanía latinoamericana común las islas del Atlántico Sur y el sector antártico.
Cristina o la Embajada de EE.UU.
Solo Cristina Fernández de Kirchner está dispuesta a mantenerse en la ruta de la unidad. Todos sus opositores buscan la disgregación y sirven objetivamente a los intereses del imperialismo.
Es por todos estos motivos que Patria y Pueblo apoya la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner, se suma a la reconstrucción del sistema político argentino, convoca a los sectores más concientes y combativos del movimiento obrero a integrarse a esta tarea, y proclama la urgente necesidad de ahondar lo actuado y estrechar lazos cada vez más profundos con los países de la Patria Grande.
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Partido PATRIA Y PUEBLO
- Socialistas en la Izquierda Nacional -
Bolívar 1511, Cap. Fed.
Republica Argentina (1141)
Tel. 4300-4332

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es malisimo jajajajajajaja

Anónimo dijo...

que es esa porqueria es una basura chicos no lean esto porque es malo para la salud asi q chicos muestren esto a sus padres porque es muy maleducado ok chicos bueno un beso