lunes, 6 de agosto de 2007

GANADEROS Y RURALISTAS QUIEREN FAENAR A LOS ARGENTINOS


GANADEROS Y RURALISTAS QUIEREN FAENAR A LOS ARGENTINOS.
El discurso de Miguens llama a la desestabilización
Patria y Pueblo lo anunció en 2006: o enfrentamos y vencemos a la oligarquía argentina, que sigue viva y más fuerte que nunca, o destruirá al país. En ese momento, y en medio de la puja por el precio de la carne, el Dr. Kirchner decidió hacerle concesiones a la Sociedad Rural Argentina, la cabeza político-gremial de la hidra oligárquica. Admitió que el Mercado de Hacienda de Liniers siguiera en las manos de la sociedad de monopolistas en que lo puso Menem, hizo rodar la cabeza del secretario de Agricultura Miguel Campos para reemplazarlo por un miembro de Confederaciones Rurales Argentinas, anunció dinero para los ganaderos a cambio de producción…
¿La respuesta a tanta generosidad? El discurso de Miguens en la Inauguración Oficial de la 121ª Muestra de Palermo, los insultantes cartelones que levantó la asistencia, y la grosería de mandar a la candidata a Presidenta a "parir terneros". He ahí, en toda su grandeza, la vieja oligarquía de la Argentina, ésa que muchos dicen que nunca existió o "ya no existe más". Envalentonada por los últimos traspiés electorales del gobierno, se encocora y no negocia. Sigue controlando los recursos naturales del campo argentino, el principal capital renovable del país, y sigue dispuesta a liquidar la Nación con tal de mantenerse en ese estado de privilegio.
El discurso de Miguens es, como bien denunció el sindicalista bancario Juan José Zanola, un llamamiento al golpe de Estado. Dejemos de lado las barbaridades económicas neoliberales que, como si nada hubiera sucedido, derramó en lo que algunos de sus cofrades consideraron una "alocución mesurada". De eso ya se ha encargado, y bien, el Ministro de Economía Miguel Peirano. Lo que importa aquí es la concepción política de Miguens y la Sociedad Rural.
Anida allí, como entre todos los grandes monopolistas que controlan la vida económica de los argentinos, la serpiente de la desestabilización. Cínicamente, Miguens dice estar por "la convivencia de todos los sectores en igualdad de deberes y derechos dentro de la Ley", pero al mismo tiempo el asesor de la Sociedad Rural y cabañero Horacio Gutiérrez considera "increíble que el secretario de Agricultura no tenga decisión propia para quedarse en un acto del sector para el que trabaja".
O sea: al demonio la "igualdad en deberes y derechos". Los "ruralistas", la "voz del campo" que debería estar agradecido por la lluvia de oro que ha sido la paridad 3 a 1, pretenden que el secretario de Agricultura de la Nación no trabaje para la Nación, sino para un sector , justamente el más privilegiado y parasitario de la Argentina. Jamás hubo bajo gobiernos de hegemonía oligárquica -la Libertadora, el Proceso o sus continuadores- funcionarios que defendieran a los trabajadores, a los pequeños y medianos industriales, a los artistas y creadores de la cultura, a las empresas estatales, sus empleados y funcionarios, a la banca oficial, al conjunto del país real, en suma. ¡Y hoy, bajo un gobierno que intenta representar al conjunto del país, la oligarquía pretende secretarios que trabajen para ella!
Usurpadores de la propiedad de la tierra pampeana, timberos de las finanzas y del comercio internacional, bomba de succión del imperialismo, dilapidadores eternos de la renta agraria, promotores y sostenedores de los regímenes más criminales de nuestra vida política, esta clase social interpreta la cortesía como debilidad. Sabe que desde diciembre del 2001 soplan nuevos vientos en la Argentina, y los capea disfrazándose de "productiva". Si no se tienen en claro los propios intereses de clase, es fácil dejarse engañar por la fantochada. Preocupa que hayan logrado influir sobre representantes del movimiento obrero, como lo demuestran las erróneas declaraciones de Gerónimo Venegas de UATRE. No asombra la presencia en el palco oficial de notorios criminales procesistas como Máximo Zorreguieta, y tampoco, por desgracia, el mediopelesco servilismo que desplegó allí mismo el antes industrial y ahora cabañero de Mendiguren. Solidario con la oligarquía, el hombre fuerte de la UIA le propone un pacto "campo-industria" a los mismos que, a partir de 1955 se propusieron devastar el país y eliminar las fábricas.
Comentando lo sucedido, titulaba en tapa La Nación que "Kirchner no entiende al campo". Si el presidente Kirchner cede a estas presiones y no aplasta la cabeza de la hidra expresada en el discurso de la Sociedad Rural, verdaderamente demostrará que "no entiende al campo". O terminamos con la oligarquía o el país perderá todo lo logrado desde el fin de la convertibilidad, y retrocederá más atrás aún. Estamos a tiempo de descargar sobre ellos todo el peso de la ley y la fuerza del Estado en su más descarnada expresión. Si el Dr. Kirchner se lanza en ese camino, todo el pueblo argentino lo apoyará.
Y se salvará la Patria.
6 de Agosto de 2007
Mesa Nacional de Patria y Pueblo
Néstor Gorojovsky, Secretario General
Rubén Rosmarino, Julio Fernández Baraibar, Baylón Gerez, Almendra Cisneros, Pablo López Fiorito, Lorena Vázquez.
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Partido PATRIA Y PUEBLO
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